jueves, 27 de octubre de 2016

Apuntes para el análisis internacional

En este artículo se hace referencia a dos escritos que se pueden encontrar en esta misma página, son La comprensión como ánimo y Y que los de abajo nos enteremos.

APUNTES PARA EL ANÁLISIS INTERNACIONAL

Una introducción necesaria como primera entrega

Desde hace bastante tiempo vengo expresando en determinados ámbitos militantes una preocupación por el análisis desenfocado de la situación internacional que se está haciendo en sectores cercanos y que, a mi entender, perjudica al propio trabajo que tenemos que llevar a cabo. Concretamente, donde veo más problema es en todo lo referente a Oriente Medio y al “mundo del Islam”, que no en balde constituye la zona de mayor desestabilización y de guerras inducidas por el imperialismo desde hace dos décadas; una desestabilización que, después de años sembrando lejos tanto sufrimiento, ha terminado por acarrear consecuencias en forma de ataques en las propias metrópolis del “primer mundo”, conllevando el fortalecimiento de las políticas antiterroristas a todos los niveles, incluido el mediático, lo que nos obliga a un mayor esfuerzo de clarificación en el campo occidental al aumentar sobremanera la intoxicación y agresión precisamente mediáticas. 

La comprensión como ánimo

Nota previa: Aunque el presente texto data de 2006 y, por tanto, se requerirían ciertas actualizaciones (por ejemplo, en el punto dedicado al análisis internacional), su autor considera que las líneas generales que en él se expresan siguen siendo pertinentes. 


 



La comprensión como ánimo


La revolución es en gerundio. Es el movimiento revolucionario en sí, en el día a día. Marx: “el comunismo es el movimiento de superación del estado real de las cosas”. Cierto, para tomar el poder revolucionario aquí o un poco más allá todavía falta algún que otro pasado mañana. Pero para avanzar en el proceso, hablar de mañana -o de que allí sí, pero que aquí no es posible- es haber perdido la oportunidad para desarrollar el trabajo revolucionario que se presentaba ayer aquí al lado. Y que sólo a nosotros correspondía aprovechar porque éramos los que ahí estábamos.


Y que los de abajo nos enteremos…

El siguiente artículo fue escrito hace más de diez años. Sin embargo, creemos en la plena vigencia de su análisis, cuya brillantez reside en, precisamente, analizar con precisión las contradicciones que se dan (también) en el seno del poder. Es por ello que una línea revolucionaria de intervención, para que lo sea, debe ser consciente de esta realidad, que limpia de omnipotencia y teorías "conspiranoicas" tanto el análisis como la línea de intervención que lo sucede (y alimenta).

 

 

Y que los de abajo nos enteremos…


(la importancia de poner el acento
en las contradicciones interimperialistas )






No basta con que los de abajo

no quieran, sino que es necesario

que los de arriba no puedan continuar

como han venido haciéndolo hasta ahora…

(parafraseando a Lenin);



…y que los de abajo nos enteremos







Desde un amplio abanico de páginas progresistas se identifica certeramente al imperialismo de los Estados Unidos como el enemigo principal de los pueblos, capaz de llevarnos a la barbarie…si antes no lo impedimos. Pero como precisamente de lo que se trata es de esto, de impedirlo, es imprescindible saber en qué verdadero estado se encuentra ese enemigo y la solidez del sistema que encabeza. En este sentido, es de lamentar que entre el movimiento progresista en general se venga exagerando en demasía en los últimos años el poder de los Estados Unidos al tiempo que no se tengan en cuenta suficientemente las contradicciones entre estados imperialistas. Esto no contribuye a comprender la inestabilidad permanente en que se ha instalado la situación internacional y a prever lo más posible su evolución.